Espabrok entregó ayer su premio solidario que pretende, como dijo su gerente, Diego Fernández, “devolver a la sociedad parte de lo que recibimos de ella”. Silvino Abella, presidente de Espabrok, “solidaridad, colaboración, compartir, ayuda… son palabras que solamente adquieren un valor real si vienen acompañadas de gestos y acciones concretas y específicas”. Por eso se creó el Premio Espabrok que este año va a contribuir a aportar sonrisas a 200 niños hospitalizados a través de la Fundación Theodora y los doctores sonrisas, que según Alicia Batista, que recibió el cheque, se dedica a “humanizar la enfermedad y el miedo que se tiene ante ella”.
Este año la colaboración solidaria de Espabrok quiere, provocando la sonrisa de un niño hospitalizado, ayudar a admitir o tolerar esos momentos en que se encuentran. “El mejor modo de hacer buenos hombres para el mañana es educar y hacer crecer felices a los niños de hoy. Es aquí donde la Fundación Theodora y los Doctores Sonrisa, realizan una labor encomiable y que permite a los más pequeños llenarse de positivismo y energía, y enfrentarse a los obstáculos que la vida les ha puesto a tan temprana edad… enfocándolos con una sincera sonrisa, que ayuda a desdramatizar esos difíciles momentos y que seguramente posee además un innegable valor terapéutico”.
Durante su intervención antes de la entrega del premio, Silvino Abella, parafraseando a Ortega y Gasset, dijo que “solamente es posible avanzar cuando se mira lejos, y progresar cuando se piensa en grande”. Sobre el momento difícil por el que se está pasando, señaló que no hay que culpar “a las circunstancias por lo que son, y no exploremos en la búsqueda de argumentos que permitan justificar nuestras debilidades, incoherencias o falta de ingenio para acometer las acciones adecuadas en este momento puntual. Las circunstancias pueden no ser de nuestro agrado, pero ciertamente serán diferentes si concebimos un objetivo, un ideal, una aspiración y luchamos por alcanzarlos”.
Eso no le impidió quejarse de “la última pseudoregulación llevada a cabo, que ha sido evidente benefactora de algunos intervinientes en la mediación aseguradora, y claramente perjudicial para los corredores y corredurías de este país. El cliente es el auténtico rey de la mediación y de nuestro sector, y lo que necesita es asesoramiento y no chantaje; lo que requiere es profesionalidad y no imposiciones, lo que reivindica es servicio y no desidia, lo que debemos brindarle es seguridad y no incertidumbre. Todos, mediación profesional y aseguradoras, debemos ser firmes defensores de la moralidad de nuestro sector, tenaces garantes de la profesionalidad y la probidad, enérgico soporte de una actividad herida como decía por una legislación condescendiente, favorecedora e interesada; y alejarnos en lo posible de esas evidentes formas de actuación absolutamente ajenas al sentido común, a los criterios técnicos y a la sensatez empresarial”.
Asimismo, criticó “las fuertes inversiones realizadas por alguna entidades en fórmulas de mediación muy alejadas del máximo servicio al cliente y un asesoramiento profesional al mismo; las estrategias empresariales incomprensibles, fluctuantes y ventajistas; y la búsqueda de sinergias que permitan concebir libros de ruta caligrafiados con determinadas acciones anti asociacionismo… han sido, lamentablemente, acciones habituales en nuestro mercado a lo largo año ya finalizado… y no hay razón alguna, ni afán o aspiración, veladas que fuesen, para pensar que esa conducta pudiera cambiar en esta anualidad”.
Abella hizo un llamamiento “al compromiso como colectivo, a la unidad de acción en conjunto y al trabajo honesto y profesional en la defensa de nuestro futuro y el de nuestros negocios”. En cuanto a otras asociaciones de corredores y corredurías de este país, sobre todo las que tienen criterios empresariales, filosofía corporativa precisa, ánimo de servicio a su red comercial, con una elevada credibilidad en el futuro de la mediación profesional, y no potenciadoras de vanidades personales, les hizo una invitación para “la búsqueda de sinergias colectivas, para la exploración de fórmulas que favorezcan y nos acerquen al cliente, y para preservarnos frente a quienes no nos ven como una posibilidad de mejora y desarrollo, si no como alguien a quien combatir, desunir y evitar. Para estos últimos, nuestra fuerza es su debilidad”.
En cuanto a los objetivos de Espabrok para este año, habló del “acrecentamiento como asociación, tanto desde el punto de vista del incremento de nuestra red comercial como desde nuestro volumen de facturación mediante la implementación de instrumentos y productos que permitan a nuestra red de oficinas desarrollar su actividad y crecer en porcentajes superiores a la media del mercado; la mejora y el desarrollo tecnológicos permanentes como punto de anclaje indispensable para el mantenimiento del crecimiento y la ordenación de nuestros negocios; la apuesta contundente por proveedores solventes, dialogantes, implicados y comprometidos con la mediación profesional; y la potenciación o implementación de servicios a la red, impulsando acciones desde nuestro departamento de empresas, desarrollando un portafolio amplio de productos específicos y diferenciadores, aumentando y diversificando nuestras actividades formativas, fortaleciendo nuestra imagen de marca… un concepto de marca fuerte, representativa y comúnmente aceptada, y cubrir el mayor porcentaje posible de necesidades que los corredores y corredurías de Espabrok para el desarrollo de su actividad”.
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