La internacionalización ha pasado de ser una opción, a convertirse en una salida a la crisis que estamos padeciendo y a la falta de demanda interior. Las empresas que han dado el salto al exterior, señalan que los factores que mas las han motivado para internacionalizarse ha sido la positiva evolución de la demanda externa, seguido por la competencia en calidad y el tipo de cambio.
Salir al exterior es la solución que el Gobierno y los expertos señalan para remontar la crisis y la atonía del mercado interior. Según la encuesta “¿Tu empresa está Internacionalizada o Exporta?” realizada por la Escuela de Negocios Cesma a través de LinkedIn, el 53% de los consultados piensa que internacionalizarse no es una decisión, sino una necesidad; y el 94% opina que el futuro de la pyme en nuestro país pasa por internacionalizarse. La oportunidad de negocio en el exterior, en estos momentos, es un hecho.
Según la Encuesta de Coyuntura de la Exportación elaborada por el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, en el tercer trimestre de 2011, una cuarta parte de las compañías que comercian fuera de nuestras fronteras han aumentado su cartera de pedidos y un 48% la ha mantenido estable. Con estos datos, la percepción de la actividad exportadora se mantiene en niveles positivos por décimo trimestre consecutivo. Las empresas que han dado el salto al exterior, señalan que los factores que mas las han motivado para internacionalizarse ha sido la positiva evolución de la demanda externa, seguido por la competencia en calidad y el tipo de cambio.
Sin embargo, aunque un 60% de las empresas de nuestro país ha decidido exportar, tan solo un 31% de ellas han dado el paso a la internacionalización, porque dicen que no es una decisión fácil. Para poder hacerlo con garantías de éxito, cerca de la mitad de las empresas ha tenido que realizar modificaciones en su producto. Además, las pymes tratan de acogerse a las ayudas de los organismos públicos como el ICEX o el ICO, pero los apoyos no llegan para todos. A esto hay que unir que en las pymes existe una falta de formación sobre esta materia.
En vista de que uno de los mayores impedimentos que plantean las pymes a la hora de salir fuera de España es la financiación, este año se ha creado el Fondo para la Internacionalización de la Empresa (FIEM), que sustituye al antiguo Fondo de Ayuda al Desarrollo, que responde a la necesidad de apoyo financiero oficial para salir al exterior. Este organismo está gestionado por el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio a través de la Secex, y financia operaciones que sean de especial interés para la estrategia de internacionalización de la economía española, tanto en países desarrollados como en desarrollo.
Por otro lado, el Instituto de Crédito Oficial (ICO), que durante todo este año ha estado creando líneas especiales para la exportación, ha suscrito el pasado mes de octubre una acuerdo con el Instituto Español de Comercio Exterior (ICEX) para mejorar las condiciones de financiación de las empresas que quieran internacionalizarse. Los que accedan a un préstamo de la línea ICO Directo en la modalidad de liquidez para salir al exterior deberán acogerse a las siguientes condiciones: el importe máximo de préstamo por cliente será de 200.000 euros, con tres años de amortización y un año de carencia del principal; el tipo de interés será variable, con la referencia del Euribor a seis meses más un 4% (400 puntos básicos), revisable semestralmente; los pagos se realizarán cada mes y el préstamo contará con una comisión de apertura del 0,5% sobre el importe formalizado, con un mínimo de 60 euros.
Las solicitudes se tramitarán online a través de la web comercial del ICO, hasta el 31 de diciembre de 2012. Además, los proyectos evaluados positivamente por el ICEX, obtendrá una bonificación de un 1% (100 puntos básicos) en el tipo de interés que este organismo abonará de una sola vez por su valor actual neto. Asimismo, la línea de financiación se mantiene abierta a las comunidades autónomas, que podrán adherirse al convenio si aportan una bonificación adicional a la dada por el ICEX de un mínimo de medio punto. De esta manera, las empresas de cada comunidad se podrán beneficiar de una reducción de al menos un 1,5% en el tipo de interés.
A esto hay que unir el apoyo financiero que ofrece Cofides (sociedad estatal creada en 1988 para financiar las inversiones de las empresas españolas en países emergentes y en desarrollo), bien a través de sus recursos propios, bien por medio de las distintas líneas de financiación que gestiona. Entre ellas destacan el Fondo para Inversiones en el Exterior (FIEX), y el Fondo para Operaciones de Inversión en el Exterior de la Pequeña y Mediana Empresa (FONPYME). Cofides, en la actualidad, gestiona un volumen de recursos superior a los 1.000 millones de euros y cuenta con una sólida experiencia como institución financiera de desarrollo especializada en el fomento de la internacionalización de las empresas españolas.
La importancia que está adquiriendo la internacionalización para la salida de la crisis es tal, que Antonio Tajani, vicepresidente de la Comisión Europea y responsable de Industria, ha presentado este mes de noviembre, una serie de ideas para desarrollar una estrategia europea de apoyo a las pymes en su salida a mercados extracomunitarios y ayudarlas a identificar los lugares más atractivos para desplegar su negocio.
El vicepresidente comunitario ha considerado “fundamental” que en el contexto actual de crisis, la Unión Europea (UE) apoye el crecimiento con medidas que mejoren la competitividad de las pequeñas empresas y les permita “mirar a los mercados de fuera”. El objetivo es “doblar” la cifra de pymes europeas que dan el salto a otros mercados hasta situarlas, al menos, en un 25% del total. Hasta la fecha, sólo un 13% de este tipo de empresas tienen actividad internacional fuera de las fronteras de la UE. Tajani ha asegurado que las medidas que quiere promover Bruselas son aptas “para todas” las pymes europeas, independientemente de los sectores en los que se muevan”, porque las herramientas europeas que estarán disponibles les permitirá estudiar país por país sus intereses.
Entre las novedades que plantea Bruselas figura la creación de un portal en Internet que contenga información útil, estudios de mercado y datos por sectores en todos los idiomas de la Unión Europea. Otras medidas de la estrategia que define Bruselas son reforzar el suministro actual de servicios de apoyo en los mercados prioritarios, mejorar la estructura de gobierno de la ‘Red Enterprise Europe’, aumentar la coherencia de los sistemas de apoyo a nivel comunitario y promover agrupaciones y redes para la internacionalización de las pymes. También apuesta por organizar una colaboración paneuropea en los mercados prioritarios para aprovechar al máximo los fondos públicos que se gastan y potenciar las políticas de la UE existentes para acelerar el crecimiento internacional de las pymes europeas.
La aseguradora de Crédito Cesce, que comercializa un seguro que cubre los impagos de los clientes, ha querido dar unos consejos para abordar el proceso de internacionalización. Entre ellos está:
Contar con un asesor externo para identificar las oportunidades y guiar al exportador en los trámites y normas del proceso exportador. Su misión principal será la identificación de los riesgos y la verificación de los datos que proporcionan los posibles compradores.
Establecer relaciones duraderas con los distribuidores locales, para conocer los potenciales consumidores del país al que queremos exportar. Para ello hay que asistir a ferias internacionales (organizadas por las asociaciones empresariales o cámaras de comercio) y consultar ofertas comerciales en los paneles de los organismos oficiales de comercio exterior.
Concentrarse en un único mercado, al principio, para limitar incertidumbres. Los expertos recomiendan realizar la primera operación a menor escala de lo planeado en el plan de negocio, para reducir los costes de un posible fracaso.
Destinar personal al seguimiento de la actividad exportadora. Es necesario que la empresa cuente, desde la primera operación, con un departamento específico que vaya adquiriendo el “know how” de la labor de internacionalización.
No descartar la posibilidad de producir en el mercado de destino. Si el mercado le interesa, la consecuencia natural sería instalarse en el país para ahorrar costes de transporte. Posteriormente, se estudiaría si le interesa abrir una delegación comercial y, después, la posibilidad de fabricar en el terreno local.
Fíjese un objetivo de rentabilidad. En su plan de comercio exterior no olvide comparar los beneficios obtenidos con otras rentabilidades que ofrecen los productos financieros a medio plazo. El comercio exterior es una inversión como otra cualquiera y debe conseguir un rendimiento superior al de los bonos del Tesoro a tres años.
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