En la actualidad, existen mas de 30 asociaciones de corredores. La mayoría de ellas tienen un objetivo mercantil para ayudar a sus asociados a conseguir mejores condiciones con las aseguradoras o a repartir costes compartiendo servicios. Pero, ¿realmente existe un lobby en la mediación? Hay quien considera que sí. Que ya se está luchando por los intereses de la profesión ante la Administración española y europea. Sin embargo, existen los que afirman que tiene que ser una unión de todos, deben desaparecer los personalismos y ceder el interés personal por el bien común.
PUBLICADA EN LA REVISTA Nº 24 DE PYMESEGUROS
En el sector de la mediación se habla de que cada vez es mas incuestionable la necesidad de un lobby fuerte entre los corredores de seguros. Mónica Pons, presidenta de E2000 Asociación, piensa que “es preciso que los corredores a través de las instituciones y organizaciones que nos vertebran, seamos capaces de definir un marco sólido de representación justo, equilibrado y coherente con lo que cada cual representa, ha aportado y está en disposición y capacidad de poder aportar en beneficio del colectivo. Nuestros éxitos en la negociación y representación colectiva dependen de nosotros, de nuestra capacidad de entendernos y de accionar”. Por su parte, Gonzalo Pérez, presidente de Aemes, señala que “para conseguir que la mediación actúe como un auténtico lobby es imprescindible que las asociaciones trabajen para conseguir la unidad, cada una con sus peculiaridades, en lugar de adoptar posturas excluyentes con el único objetivo de ocupar espacios para justificar su propia razón de ser”. Manuel Fernández, secretario y miembro de la Junta Directiva de Amesgra Andalucia, explica que “el sector del corretaje debe aprender a unirse, a consensuar, a dialogar entre si, a aceptar la unidad como única plataforma para conseguir mejorar las difíciles expectativas que el futuro nos depara”.
En este sentido, Sebastián Cordero, presidente de la Asociación de Corredores de Seguros de Andalucía (ACSA), cree que el lobby debe ser “mediante una unión efectiva de todas las organizaciones de corredores”. Maciste Argente, presidente de Aprocose, también opta por “un dialogo abierto y sin reservas entre todos los actores que nos permitan consensuar aquellas cuestiones en las que todos coincidamos sin reservas. Como por ejemplo, el mantenimiento del cobro de comisiones, DEC anual, mantenimiento de la LCS, mismas exigencias para todos los mediadores, etc... No es tan difícil lograrlo. Sobre todo, si de verdad partimos del convencimiento de su necesidad y de su utilidad”.
Sin embargo, Vivencio Fernández, presidente de Segurnort, es mas crítico: “ahora hay demasiados lobbies, necesitamos refundirles. Invito a cada uno de los existentes a perder de su intereses particulares y posiciones de tocar cielo, por el beneficio de todos. Sinceramente, creo que sobran protagonismos y fotos”. Jordi Puente, presidente de Cojebro, también piensa que es necesario que haya “predisposición para unir esfuerzos, poniéndonos de acuerdo en que queremos de verdad resolver todos aquellos problemas que tenemos en común. Además, es imprescindible la humildad para ceder en nuestras pretensiones cuando sea necesario”.
Entre las asociaciones consultadas hay discrepancias sobre quiénes tienenque representar ese lobby. Los que están presentes en Adecose, el Consejo General de los Colegios de Mediadores de Seguros y en Fecor, consideran que podría venir de la puesta en común de acuerdos entre estas tres instituciones. Sin embargo, los que no están dentro, no piensan lo mismo. También hay quienes, como José Manuel García-Maestro, presidente de la Asociación Cántabra de Corredores de Seguros, indica que no hay que crearlo porque ya existe un “lobby a nivel europeo para que los mandatos de la IMD II nos sean favorables”.
Por su parte, Martín Navaz, presidente de Adecose, afirma que “aquellos que comentan que no existe un lobby fuerte entre los corredores de seguros, lo hacen bien por desconocimiento, bien con la finalidad de denostar el trabajo que se está haciendo por parte de organizaciones como Adecose, que está en permanente contacto con la Administración española y europea participando de manera activa en la presentación de observaciones y planteamientos rigurosos a todas aquellas normativas que nos afectan. Un trabajo que beneficia a todo el sector”.
En la actualidad, en España existen mas de 30 asociaciones de corredores. El secretario y miembro de la Junta Directiva de Amesgra Andalucia señala que “este es un mal endémico del corretaje español que hay que solucionar”. Los presidentes consultados no se ponen de acuerdo en si son muchas o no. Miguel Antonio Álvarez, presidente de la Asociación de Corredores Grupo Intercor, dice que “son necesarias porque son la respuesta inmediata a encontrar puntos de apoyo iguales. No todas tienen la misma tipología. Algunas son puramente corporativas y otras más mercantilistas”. Su objetivo es conseguir economías de escala para los asociados.
Javier García Bernal, presidente de Apromes, cree que “en una profesión tan atomizada como la de corredor de seguros, parece natural, que a lo largo de la geografía española convivan diversas asociaciones profesionales, lo que me parece loable”. Javier Razkin, presidente de Anacose, piensa que “es un número correcto. Está bien tener una asociación por provincia o por Comunidad Autónoma. Creemos en la unión y sabemos que nuestra fuerza está en el grupo. Lo interesante es que estas asociaciones estén representadas por una entidad que englobe a todas ellas”.
El presidente de Segurnort está convencido de que “sí son necesarias y mas que surgirán, porque todas tienen cabida y cosas que aportar. Los corredores tienen interlocutores más próximos con soluciones más cercanas. Pediría a todos los actores que no se menosprecie a ninguna y menos por ser pequeña, seguro que en esta pluralidad de modelos y finalidades de las distintas fórmulas asociativas, están la mayoría de las soluciones que necesitamos en nuestra profesión para afrontar el mañana con éxito desde el hoy. Ahora bien, en mi opinión, todas ellas deberían estar a su vez orquestadas/federadas como una sola voz marcada exclusivamente con el sello de la profesionalidad. Dejando los temas mercantiles aparte, porque son los que normalmente enturbian las relaciones”.
El presidente de Cojebro no sabe “si todas ellas son o no necesarias. Pero cada una responde (o debería responder) a las necesidades de quienes la componen. Existen distintos modelos de negocio, distintas formas de entenderlo, distintos intereses, distintas territorialidades, etc. Lo importante no es que hayan 10, 30 ó 50 asociaciones. Lo importante es que todas ellas se pongan de acuerdo en los intereses comunes, que en su inmensa mayoría son los mismos”. El presidente de Aprocose tampoco sabe “si es bueno que existan tantas asociaciones. Lo que sin duda beneficia es que los corredores estén asociados y que las distintas asociaciones se interrelacionen entre sí y que consensuen los temas importantes con un solo criterio y a ser posible con una sola voz”.
El presidente de Adecose indica que “lo importante es distinguir entre asociaciones de defensa de los intereses de la profesión frente a la Administración, como es Adecose, de otras asociaciones puramente mercantiles. En el caso de estas últimas, puede tener sentido que existan tantas porque los corredores pequeños necesitan agruparse para negociar condiciones con las aseguradoras o bien una más eficiente estructura de costes por el aumento de la dimensión. Lo que no puede ser, no tiene sentido y es perjudicial para el sector es que aquellas asociaciones que se unen por motivos mercantiles acaben haciendo discurso político que es lo que ocurre a menudo. No están preparadas para hacerlo y ofrecen una imagen pésima que afecta negativamente al sector”.
Hay otros, como Gonzalo Pérez que entiende que “efectivamente es un número excesivo. Parece que algunos se empeñan en dedicar esfuerzos y recursos a ‘inventar la rueda’ en lugar de apoyar y potenciar lo que ya está creado y trabajar desde dentro para mejorarlo. Quizá eso es lo que dificulta el entendimiento entre las asociaciones existentes, pues cada una de ellas quiere ocupar parte del espacio existente, esté o no ocupado por otros”.
La presidenta de E2000 Asociación dice que “una cosa es estar juntos y otra es hacer cosas juntos, obtener resultados, aportar. Actualmente, en el colectivo español de corredores existen muchas organizaciones bajo distintos formatos y formas jurídicas; asociaciones, AIEs, federaciones, mercantiles, mixtas… Además de los aspectos puramente cuantitativos y de orden numerario, sería muy interesante conocer cuales son los recursos humanos y material que implementan para sus miembros, sus inversiones en profesión y empresa, sus capacidades económicas, sus modelos de financiación…. Si este amplio conjunto de organizaciones desean jugar un papel relevante en el ámbito de la representación, es preciso renunciar a personalismos e individualismos e ir en pro del colectivo. No perseguir muchos objetivos, sino pocos pero muy bien definidos”.
Francisco Alcántara, presidente de Asoccex y vicepresidente de Fecor, señala que “hay una fragmentación del asociacionismo que perjudica lógicamente a su función. Lamentablemente, en ocasiones, ha prevalecido el interés individual sobre el colectivo, y la falta de profesionalidad y de financiación de las asociaciones ha supuesto excesiva transitoriedad y falta de consistencia en muchos proyectos”.
El grado de representación de la mayoría de las asociaciones es bajo porque pocas tienen el peso específico necesario para ser representativas por sí mismas y menos de cara a tratar con la Administración. El presidente de Aemes afirma que “la representación es la que es, y está debidamente legitimada en el BOE. Otra cosa es que en determinadas ocasiones la DGSFP convoque a alguna de las asociaciones existentes para conocer su opinión sobre determinados proyectos de normativa que afectan a la mediación. Pero eso, en mi opinión, no los otorga representación alguna, al menos oficialmente”. El presidente de Apromes cree que “a día de hoy, existen escasas asociaciones de corredores o corredurías que ostentan el grado de representatividad ante la Administración y diversos organismos. Entiendo que el nuevo orden corporativo, aconseja la presencia de nuevos agentes representativos de la mediación”.
Mónica Pons también considera que “nos encontramos en un momento en el que se producirán cambios en este sentido”. Jordi Puente piensa que “hay bastantes asociaciones que no ven suficientemente representada su identidad frente a la Administración y deberíamos encontrar la fórmula para que eso no sucediera”. En este sentido, Vivencio Fernández explica que “el grado de representación de las asociaciones se lo han de ganar con hechos. Demostrando a la Administración que realmente tienen inquietudes y temas reales que aportar en beneficio de la profesión y que están dispuestos a colaborar en la búsqueda de soluciones, tenemos que reconocer y admitir que la administración no puede recibir a todas, solo a las que realmente representen a una mayoría de corredores y corredurías”. El presidente de Asoccex y vicepresidente de Fecor es mas crítico. “LaAdministración decide en cada momento a quién le atribuye ese grado de representación. Pero puede que exista una cierta falta de correlación entre el interés de la Administración y en general el legislador por llegar a interlocutores válidos y el grado de representatividad de los mismos”. El presidente de ACSA cree que “existen varios grados de representación.
Algunas organizaciones no son representativas ni tampoco lo pretenden y otras creen que representan al sector y no dejan de ser una más. Creo que el grado de representación es algo medible por el número de asociados y la representación e implantación territorial, son parámetros aplicables”. Vivencio Fernández, presidente de Segurnort, entiende que “en principio, seria lógico y entendible que el número de miembros fuese suficiente para tener un grado alto de representación. Pero el tiempo nos está demostrando que tampoco es así, hay alguna asociación que sin ser muy numerosa pretende autoproclamarse como la única en defender los derechos de todos, llevando al resto como convidados de piedra”.
Martín Navaz está convencido de que existe una representación diferente dependiendo de la importancia de cada asociación. “En la página 19 del Informe sobre el Asociacionismo en el sector de la mediación de seguros, publicado por la DGSFP, se ve claramente que Adecose tiene el 47,36% de las primas del sector, mientras que la siguiente organización alcanza el 5,6%. Los datos son demoledores sobre el peso que tiene cada organización”. Pons también piensa que “la legitimidad de la representación de un grupo definido sobre un colectivo total lo otorga el porcentaje representado, el mandato de representación y los méritos por lo demostrado en pro de la profesión en los distintos ámbitos”.
La DGSFP está pensando crear un grupo de trabajo para hablar sobre los temas que preocupan a la mediación en la que están presentes, por el momento, Adecose, Consejo General de los Colegios de Mediadores de Seguros y Fecor. Los presidentes consultados no tienen claro los requisitos que la DGSFP establece para pertenecer a ese grupo de trabajo. Pero puede ser el número de asociados y la implantación territorial. Las asociaciones presentes en éstas se sienten satisfechas y piensa que será un grupo operativo. Navaz señala que “parece que las tres mencionadas no seremos las únicas, probablemente E2000 y otras representativas de bancaseguros y reaseguros. Pero está por ver”. En este sentido, Mónica Pons, presidenta de E2000 Asociación, dice que “quiere estar y ha de estar en ese grupo. Cuantitativamente representamos de una forma documentada y real a cerca del 12% de los corredores españoles. Llevo muy poco tiempo en este mundo de la representación, y sí me he dado cuenta que hay mucha “microfonomanía”, mi criterio es que debe sostener un micrófono quien verdaderamente pueda aportar valor, positivismo y, sobre todo, transmitir visión empresarial para que siempre seamos tratados de tu a tu”.
Javier García Bernal piensa que “el órgano de control debería establecer unas reglas o requisitos para la representación de nuevas asociaciones ante dicho supervisor”. Gonzalo Pérez, presidente de Aemes, cree que “si esta decisión es definitiva volverá a ocurrir lo que ya pasaba en la etapa anterior, en el sentido de que la DGSFP recibía quejas cada día de las asociaciones que habían sido excluidas. De esta forma, no se conseguirá el necesario consenso. No se debe excluir a nadie. Lo adecuado sería que todas las asociaciones pudieran hacer sus aportaciones en reuniones previas, presenciales o no, fuera de la DGSFP, en las que se consensuara una única postura que, posteriormente, se elevara al órgano de control en nombre de todos, y como posición única ante la Administración”.
El presidente de Anacose afirma que “en estos momentos tan difíciles, tenemos que estar fuertes, unidos contra los despropósitos, contra la competencia desleal, contra el chantaje a los clientes por otros canales de distribución, contra la malas praxis, etc. No podemos despistarnos ni bajar la guardia. Por todo ello, creo que los representantes de mediadores que tienen que estar con la DGSFP son Fecor, Adecose, y el Consejo General de Mediadores de Seguros. Son los interlocutores validos que engloban a la mediación de seguros. Con unos interlocutores unidos, tenemos que ir de la mano de la DGSFP en todas las cuestiones”.
Pero Sebastián Cordero entiende que “la gestión de la representación ante la Administración no puede estar determinada desde fuera de las propias organizaciones representadas. Creo que el sistema debe funcionar desde abajo hacia arriba mediante la convocatoria de un Foro nacional de organizaciones profesionales, donde todos seamos convocados y se decida, entre todos, quién y cómo nos representamos ante la Administración”. Jordi Puente, presidente de Cojebro, explica que “si la DGSFP se tiene que reunir con 30 asociaciones no será operativa, no se pondrán de acuerdo y la Administración acabará decidiendo por su cuenta. Tenemos que pensar que nuestro principal competidor, la banca, habla con una única voz, y esa voz representa un poder de negociación individual mayor que el que podamos tener la inmensa mayoría de las asociaciones. Además, no tienen ningún inconveniente a la hora de ceder todo el protagonismo y el poder de negociación a esa única voz. Son mucho más eficientes y para la Administración su interlocución es mucho más cómoda. Si perdemos el tiempo y el esfuerzo discutiendo entre nosotros para “salir en la foto” nuestra competencia lo aprovechará para ganarnos una parcela de terreno, y así nos ha ido en los últimos 20 años”.
En Bruselas, dos organizaciones (Adecose y Consejo General de los Colegios de Mediadores de Seguros) se presentan como los representantes de la mediación por su pertenencia en Bipar. Martín Navaz, presidente de Adecose, dice que “al ser las dos únicas organizaciones que estamos presentes en Bipar, podemos seguir de cerca la tramitación de la normativa comunitaria, cuyo máximo exponente es la Propuesta de Directiva de mediación de seguros (IMD II)”. Casi todos los presidentes consultados reconocen la labor que están haciendo allí. Asimismo, agradecen que estén facilitando el contacto con el resto de asociaciones, tanto para informar de sus gestiones como para recoger sus sugerencias. Pero las asociaciones que están integradas en Fecor piden que esta federación tenga representatividad también en Europa, al igual que la tiene en el ámbito nacional. De hecho, el presidente de la Asociación Cántabra de Corredores de Seguros afirma que “Fecor también debe estar y de hecho está en grupos europeos que tienen su peso en materia de mediación de seguros privados”. La presidenta de E2000 Asociación también indica que “está en nuestros objetivos participar en el ámbito internacional, ya sea uniéndonos a las existentes o abriendo nuevos caminos. De momento, estamos estudiando las normas para tener un criterio claro al respecto”.
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