José Luis Rodríguez Zapatero, presidente del Gobierno, anunció a primeros de diciembre de 2010, una serie de reformas fiscales que influyen directamente en las Pymes. Entre ellas, la de elevar de 120.000 a 300.000 euros el primer tramo de la base imponible que tributa al tipo reducido del 25%.
El Gobierno estima que alrededor de 40.000 empresas se beneficiarán, en mayor o menor medida, de esta nueva rebaja fiscal. Se espera que esta reforma permita reducir la factura fiscal hasta 9.000 euros a las Pymes. Asimismo, fuentes del Gobierno explicaron que también habrá modificaciones en el Estatuto del Trabajador Autónomo a quien se le aumentará la prestación por desempleo.
Elena Salgado, ministra de Economía, ha dicho que son medidas para mantener la previsión de déficit, por un lado; y para quitar cargas a las Pymes para “generar más actividad” y dinamizar la economía. Esta rebaja fiscal recortará en torno a 300 millones de euros los 20.000 millones anuales que se recaudan por el impuesto sobre sociedades.
Otras de las novedades que afectan a la pequeña y mediana empresa es que antes no debía de superar los 8 millones de euros de cifra de negocio, si quería ser considerada como tal. Ahora, el Gobierno ha elevado esa cifra hasta los 10 millones de euros. Además, aquellas empresas que hayan cumplido ese criterio, podrán seguir beneficiándose de los incentivos fiscales durante los tres ejercicios inmediatos y siguientes a aquel que superase el límite de los mencionados 10 millones (incluso en supuestos de reestructuración empresarial). Pero a pesar de esta rebaja, la realidad es que las Pymes tributan a un tipo tres puntos más alto que las grandes empresas, por su dificultad para acceder a las deducciones en el impuesto sobre sociedades.
Los últimos datos de Hacienda muestran que las grandes empresas tributaron al 20,2% cuando el gravamen nominal se sitúa en el 30%. En cambio, las Pymes pagaron un 22,9%, un nivel muy cercano a su tipo nominal, que es del 25%. Esto es así porque España tiene el cuarto tipo nominal más alto de la Unión Europea (solo superado por Francia, Bélgica y Malta). Sin embargo, la legislación permite más deducciones que en la mayoría de los países comunitarios. Además, la Ley de Economía Sostenible eleva del 8% al 12% la deducción por actividades de innovación y del 4% al 8% los beneficios fiscales por inversiones en pro del medio ambiente.
Tras la aprobación de las reformas fiscales, han aparecido expertos que aunque las apoyan, las consideran insuficientes. Entre ellos están los técnicos del Ministerio de Hacienda, que apuestan más por una rebaja de las cuotas de la Seguridad Social correspondientes a las Pymes que aumenten sus plantillas. La idea es bonificar ese coste con los fondos que hasta ahora se dedicaban a la prestación de 426 euros para desempleados de larga duración, que ya se ha suprimido. Con respecto a la libertad de amortización en el Impuesto de Sociedades hasta el año 2015, los técnicos de Hacienda opina que se trata sólo de un "diferir en el tiempo el impuesto", que permitirá anticipar el ahorro fiscal y potenciará la inversión, y beneficiará en mayor grado a las grandes empresas.
Por su parte, Vicente Villagrán, presidente del Consejo Regional de Cámaras en Castilla y León, ha recibido con satisfacción el anunció de rebaja fiscal para las Pymes: “Cualquier reducción de impuestos siempre es deseable y más en estos tiempos de crisis económica”. Sin embargo, ha matizado que es “insuficiente”. En este sentido, Villagrán ha recordado el deseo de las Cámaras de Comercio de que el impuesto de sociedades se reduzca hasta el 12’5%, alcanzando los niveles de países de referencia como Irlanda.
1. El primer tramo de la base imponible que tributa a tipo reducido se amplia hasta los 300.000 euros (antes estaba en 120.202,14 €).
2. Las empresas que tengan una cifra de negocio inferior a los 5 millones euros y cuenten con una plantilla inferior a 25 trabajadores tributarán con un gravamen del 20% para la base comprendida entre 0 y 300.000 euros y al 25% para la parte restante.
3. Se amplía el concepto de empresa de tamaño reducido que pasa de 8 millones a 10 millones de euros de negocio.
4. Se generaliza la libertad de amortización en el Impuesto de Sociedades (permite contabilizar en un solo ejercicio determinados gastos de inversión, lo que posibilita reducir la factura tributaria). Hasta ahora, solo las Pymes gozaban de la libertad de amortización siempre y cuando mantuvieran o crearan el empleo. A partir de este año, se extiende a las grandes empresas y no estará vinculado al mantenimiento de la plantilla.
5. Se elimina la obligación de que las empresas paguen las cuotas a las Cámaras de Comercio.
6. Se crea un mecanismo de creación rápida de empresas, en un máximo de cinco días con un coste variable de entre 100 y 250 euros.
1. Se crean nuevos tramos para las rentas más altas en las tablas del IRPF: 24% para las rentas de entre 5.050 y 17.360 euros; del 28% para los ingresos de entre 17.360 y 32.360 euros; del 37%, entre 32.360 y 52.360 euros; del 43%, entre 52.360 y 120.000 euros; del 44%, entre 120.000 y 175.000 euros; y un 45% para las superiores a 175.000 euros.
2. Se establece un límite para la cantidad de rendimientos íntegros del trabajo que se pueden reducir en un 40% sobre 300.000 euros anuales.
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