Muchas pymes están buscando capital en otras fuentes alternativas de financiación como el capital riesgo. Una forma de inversión que ha ido creciendo paulatinamente en los últimos años. Dominique Barthel, directora general de ASCRI, afirma que en 2010, 747 pymes españolas optaron a este tipo de inversión. Y las previsiones de este año es que lleguen a ser el 90% del total de empresas invertidas”.
En principio, podría parecer que el capital riesgo está reservado para las grandes compañías. Pero con la financiación bancaria paralizada y las ayudas de la Administración en mínimos por los ajustes presupuestarios, se está demostrando que no es así. Dominique Barthel, directora general de la Asociación Española de Entidades de Capital Riesgo (ASCRI), aclara que “cualquier pyme, sea del sector que sea, que tenga potencial de crecimiento y que esté liderada por un buen equipo gestor puede acceder al capital riesgo”. La empresa solo tiene que presentar un plan de negocio a los Comités de Inversión, que analizarán la conveniencia de entrar en el accionariado de esa pyme. Además del capital, tan preciado en estos tiempos, este tipo de financiación aporta experiencia en la gestión. De esta forma, se apoya a la empresa en la fase de crecimiento en la que se encuentre o en su proceso de internacionalización que quiera realizar.
El objetivo es que con la ayuda del capital riesgo, la empresa aumente su valor y una vez madurada la inversión, de 5 a 7 años, el capitalista se retire obteniendo un beneficio. Su idoneidad para financiar las pymes ha llevado al Ministerio de Ciencia y Tecnología a destinar 300 millones de euros a crear fondos de capital riesgo, en colaboración con compañías privadas. El primer fondo, con una partida de 50 millones de euros, se ha destinado a las empresas del sector tecnológico. El objetivo es crear distintos fondos según el sector de actividad, ya sea sanidad, energía, comercio, etc., y que en cada uno de ellos colabore una empresa referente del sector, aportando una cantidad que sea un poco superior que la partida invertida por la Administración.
La falta de financiación (especialmente el crédito bancario) que se viene produciendo desde 2008 ha hecho que muchas pymes busquen capital en otras fuentes alternativas a las bancarias como el capital riesgo. De hecho, el número de pymes invertidas por el capital riesgo ha ido aumentando progresivamente. Barthel señala que “mientras que en 2005 se financiaban en torno a 430 pymes, en cinco años este número prácticamente se ha duplicado, alcanzando en 2010 las 747 pymes invertidas sobre un total de 826 empresas. Para el cierre del ejercicio 2011, previsiblemente se mantendrá el número de pymes apoyadas por el capital riesgo (en torno al 90% sobre el total de empresas invertidas). A nivel de estadísticas, y a pesar de la actual crisis, el peso de pymes invertidas sobre el total se ha mantenido estable en los últimos 3 años, lo cual es un dato muy positivo”.
Actualmente, informa la directora general de la Asociación Española de Entidades de Capital Riesgo, “hay 197 entidades activas en el mercado español de capital riesgo que, en su conjunto, disponen de 3.700 millones de euros para invertir, importe en el que no están incluidos los recursos de los fondos internacionales disponibles para España, ya que estos fondos no tienen una asignación específica para ningún país. Tanto en 2009 como en 2010 las pymes han recibido en torno a los 900 millones de euros de inversión, pero no hay una cantidad específica preestablecida para este tipo de empresas de los fondos disponibles para invertir”.
El capital riesgo es una fuente de financiación estable para las empresas, pero con rasgos diferentes a la financiación de los bancos. Según Dominique Barthel, directora general de ASCRI, “se le considera una excelente alternativa si se busca financiación a medio o largo plazo. Pero si la pyme quiere sustituir una financiación bancaria a corto plazo por financiación de capital riesgo, no va a encajar”. En cuanto a su diferencia con los Business Angels, la directora general de ASCRI, explica que “el capital riesgo funciona a través de una entidad de capital riesgo, sea sociedad o gestora, y se realiza a través de un fondo. Este fondo está compuesto por inversores privados, públicos o ambos, a los que se devuelve un retorno una vez que la pymes está desinvertida. Mientras que en el caso de los Business Angels, se trata de particulares, en lugar de entidades, que tienen especial interés en un proyecto y aportan su propio dinero”. Puede acceder a otros modelos de financiación publicados por PymeSeguros con anterioridad: Sociedades de Garantía Recíproca (SGR), los Business Angels y el Mercado Alternativo Bursátil (MAB)
www.pymeseguros.com