Un trabajador con un sueldo medio de 24.400 euros brutos al año dedica 182 días de trabajo al año al cumplimiento de sus obligaciones tributarias, según el think tank Civismo. Además, dentro de España las diferencias entre regiones son grandes. Un trabajador con residencia fiscal en Cataluña paga 594 euros más que un navarro. Las distintas competencias en materia fiscal permiten que haya diferencias en el IRPF y otros impuestos entre diferentes comunidades.
Concretamente, este trabajador necesitaría 102 días de trabajo para pagar las cotizaciones a la Seguridad Social, 38 días para el IRPF, 25 para hacer frente al IVA, 11,5 para cubrir los impuestos especiales y, finalmente, 5,5 días para pagar otros impuestos.
Sin embargo, el informe contabiliza no sólo la renta bruta, sino el coste total del trabajador para la empresa, al sumar también las cotizaciones del empresario a la Seguridad Social. Así, para una renta de 24.400 euros, el coste laboral sería de 31.696 euros.
Según Civismo, hay que incluir en el sueldo bruto las cotizaciones a la Seguridad Social por parte de la empresa y fusionarlas con las cotizaciones del trabajador para reflejar así la carga fiscal real.
En cualquier caso, con estas obligaciones tributarias por delante, el día en que podría empezar a trabajar para engrosar sus cuentas particulares sería hoy, 1 de julio, el que llama el Día de la Liberación Fiscal.
Por primera vez en los últimos cinco años el Día de la Liberación Fiscal se ha adelantado gracias a la reforma que entró en vigor el pasado 1 de enero y la bajada de algunos impuestos autonómicos. Según el informe, el Estado se lleva la mitad de la renta de los trabajadores, pero lo hace de una forma diseminada para que el contribuyente no se escandalice.
Para analizar el esfuerzo fiscal en función del nivel de renta, Civismo ha tenido en cuenta cinco supuestos: una persona que gana 15.500 euros (el sueldo más común en España), otra que percibe 19.300 (el salario mediano), una renta media de 24.400 euros, un sueldo de 40.000 euros y otro de 100.000 euros.
El estudio concluye que el esfuerzo fiscal crece con el salario bruto y varía del desde el 8 de junio para una renta de 15.500 euros hasta el 7 de julio para una renta de 40.000 euros, lo que implica 29 días de diferencia entre un mileurista y un trabajador acomodado.
De hecho, a partir de cierto nivel de renta el esfuerzo fiscal de los trabajadores se reduce en seis días porque las cotizaciones a la Seguridad Social tienen un tope máximo y porque el IVA afecta menos a los más acomodados.
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