La reducción de aseguradoras con vocación de dar cobertura en RC Profesional está siendo, cada vez más, un problema. Además, David Cruanyes, director del área de gerencia de riesgos y programas internacionales en Quality Brokers, señala otros retos para este ramo: “la irrupción del Internet de las cosas (IOT), la industria 4.0, la Inteligencia Artificial (IA) y cloud computing, sumado a la pandemia y el teletrabajo, que requieren de coberturas y aseguradores con un apetito especial por el riesgo tecnológico, hibridando coberturas de RC Profesional con ciberriesgos. Además, se necesitan corredores especialistas en dichos riesgos”.
ENTREVISTA PUBLICADA EN LA REVISTA PYMESEGUROS 111
En 2021, todos los ramos de seguros para empresas y profesionales han sufrido endurecimientos de condiciones. “Los más afectados han sido los riesgos industriales y las responsabilidades civiles generales y profesionales. En el cuarto trimestre de 2020 se acusó un 22% de incremento a nivel global, experimentando un nuevo aumento del 15% al cierre del tercer trimestre de 2021”, explica David Cruanyes, director del área de gerencia de riesgos y programas internacionales en Quality Brokers, miembro de Senda Vivir Seguros. La Responsabilidad Civil Profesional está sufriendo estos mismos aumentos, aunque su inicio ha sido posterior. Cruanyes se queja de que “se han retirado del mercado muchos aseguradores, dejando a los que quedan con unas capacidades limitadas para asumir el riesgo en su totalidad”.
Por otro lado, no cree que “las pymes entiendan los riesgos de RC en los que puede incurrir. De hecho, por lo general, los límites son insuficientes. Es el gerente de riesgos el que debe calcular el impacto en caso de siniestro y, con ello, ayudar al cliente a fijar sumas aseguradas. El hecho de que no se pueda realizar una valoración de activos totalmente objetiva, como se hace en el ramo de daños, lleva en muchos casos a subestimar el siniestro importante a favor del siniestro más probable, pero de menos impacto, haciendo pólizas preparadas para ellos (límites bajos y bajas franquicias) así como obviar el criterio temporal de cobertura. En el contexto actual, se precisa más que nunca de una gerencia de riesgos previa a la contratación de cualquier póliza y, en concreto, de RC”.
Las modalidades de RC más afectadas con el Covid, “es la cobertura básica de RC Profesional (pérdidas patrimoniales por errores y omisiones) y, en especial, todo aquello que afecta a desarrollos en Estados Unidos y Canadá. Para ingenierías vinculadas a automoción, hemos visto triplicar primas y cuatriplicar franquicias en sus desarrollos en EE.UU.”, afirma el director del área de gerencia de riesgos y programas internacionales en Quality Brokers.
De forma generalizada, se han producido restricciones y exclusiones de cobertura en las renovaciones y mayor endurecimiento de los términos y condiciones. Pero, en particular, “la actividad en EEUU está extremadamente agravada. Tanto es así, que la suscripción de este tipo de coberturas se realiza desde allí, aunque la contratación se haga desde España. Estoy seguro de que la inestabilidad de la producción por el impacto del Covid-19 y de la llamada ‘gran resignación’ han encendido las alarmas en el sector, acelerando el endurecimiento del mercado asegurador en dicho país”.
Estamos viendo un gran retroceso en las actividades basadas en operaciones manuales, en beneficio de las automatizadas por el uso de algoritmos o robots. El Covid-19 ha sido un potenciador de ello, por eso, los profesionales con capacidades y talento para analizar, describir y resolver problemas complejos y automatizarlos o simplificarlos están siendo cada vez más necesarios para mantener la competitividad de las empresas. Desde una planta de fabricación de automóviles hasta una correduría de seguros. “En el sector tecnológico no estamos realmente en una crisis de oportunidades, sino de colocación de riesgos y de falta de especialistas que entiendan las fronteras entre las distintas coberturas necesarias para cada actividad y apetito del cliente”, señala David Cruanyes. Estamos en un ciclo en el que los riesgos operacionales se están desplazando de los operarios a los robots y sus algoritmos. El desarrollo de su potencial de crecimiento “es inminente”, afirma el director del área de gerencia de riesgos y programas internacionales en Quality Brokers.
En el tema del rechazo de siniestros, “se acusa una mayor conflictividad, marcando claramente el límite entre lo que es RC Profesional (desarrollo de producto) y la RC General (fabricación, venta y postventa). Además de pretender la rentabilidad del negocio, se parte de la base de que cada ramo atiende una necesidad claramente diferenciada. Es preciso un mayor entendimiento de la actividad del cliente ya que en muchos casos, las ingenierías en España realizan también trabajos como contratistas o fabricantes de productos”, señala Cruanyes.
La reducción de aseguradoras con vocación de dar cobertura en RC Profesional de la que hablábamos antes, está siendo cada vez más un problema. “Entiendo que el mercado asegurador no está preparado para un entorno tan inestable como el que tenemos, tanto por factores propios de la evolución empresarial por la implementación de la industria 4.0 como por factores exógenos como lo es el Covid-19. Por ello, a falta de estadísticas fiables, la industria aseguradora tiene poco margen de actuación bajo los estándares actuales. Se requiere una aproximación 4.0 a la transferencia de riesgos de la mano de las nuevas tecnologías, como están siendo los seguros paramétricos”, indica.
Entre los retos a los que se enfrenta la RC profesional figura “la irrupción del Internet de las cosas (IOT), la industria 4.0, la Inteligencia Artificial (IA) y cloud computing, sumado a la pandemia y el teletrabajo, que requieren de coberturas y aseguradores con un apetito especial por el riesgo tecnológico, hibridando coberturas de RC Profesional con ciberriesgos. Además, se necesitan corredores especialistas en dichos riesgos”.
El Covid ha generado nuevas profesiones para mejorar las interrelaciones de las personas con la tecnología y sacar ventajas de esta para la mejor productividad. El trabajo, el deporte, el cuidado de la salud, incluida la mental se han tenido que adaptar a este nuevo entorno de confinamientos periódicos e incertidumbre. Todas las nuevas profesiones tienen una relación con la tecnología (desarrolladores de Automatización Robótica de Procesos, director de trabajo en remoto, director de equipos hombre-máquina…). David Cruanyes dice que “el sector está dando coberturas aunque, generalmente, con altas primas y franquicias”.
“El sector tecnológico conforma la competitividad de un país y a pesar de producir una gran cantera de profesionales, tristemente, está cuajando más en países foráneos que en el propio. Por ello, la industria aseguradora local adolece de una vocación y apuesta potente por esta industria (¿falta de masa crítica?). Debemos tener en cuenta que la industria aseguradora, dando amparo a iniciativas de futuro, supone un verdadero impulsor y estímulo de cualquier desarrollo. Con el endurecimiento que estamos viendo del mercado, implícitamente se está poniendo freno al progreso, reduciendo la competitividad del tejido empresarial propio, en favor de otras propuestas que van a liderar el futuro. Está en manos de la industria aseguradora comercializar este tipo de productos, apostar por nuestras empresas tecnológicas es apostar por nosotros mismos”.
El director del área de gerencia de riesgos y programas internacionales en Quality Brokers está convencido de que “en la era del conocimiento, junto con el riesgo de talento, y de terceros, el de RC es el que más desarrollo tendrá. Debido a las tecnologías de la información, las empresas requieren de menor infraestructura para generar más negocio. Es además un riesgo descriptivo, tanto para ayudar al cliente a tomar decisiones sobre cómo gerenciar sus riesgos, como para poderlos transferir correctamente. Según nuestra experiencia, las ingenierías necesitan corredores con habilidades en la consultoría de riesgos, capacidades de colocación multinacional y vocación en ser parte de las empresas cliente, en vez de ser un mero proveedor. Los retos a los que se enfrentan sectores en gran crecimiento como este obligan a las empresas a requerir de profesionales especialistas en riesgos, no sólo en pólizas”.
Como corredor, David Cruanyes pide a las aseguradoras que comercializan los seguros de RC Profesional “un mayor apetito y vocación. Es un sector en expansión, donde más que en ganar dinero, como fase de crecimiento en la que estamos, se trata de validar conocimientos rápidamente, en madurar procesos de suscripción con mayor rapidez que la competencia. Cuando el sector esté maduro, sólo las aseguradoras que hayan aprendido, sabrán sacar el mejor jugo al negocio”.
En cuanto a los corredores, cree que, “en muchos casos, están pensando más en las operaciones a corto plazo que en la estrategia a largo. En colocar pólizas más que en ser verdaderos consultores de riesgos. En concreto, la RC Profesional se ve en el sector como algo inaccesible o demasiado complejo como para sacar rédito por la presión en el mercado de colegios profesionales con contratos colectivos o la existencia de megabrokers con estructuras internacionales. Estimo que son prejuicios sin fundamento. El cliente ahora es más sensible que nunca para tener un asesor personal, que le entienda y que le ayude a tomar decisiones”.
www.pymeseguros.com