Los empresarios, ya sean pequeños, medianos o grandes, no solo adquieren responsabilidades a nivel social, sea en materia de sostenibilidad, igualdad o bienestar del empleado, sino que también ven cómo aumentan sus obligaciones con los colaboradores, quienes pueden verse afectados por actos u omisiones negligentes durante el ejercicio de la actividad empresarial y que pueden derivar, de igual forma, en reclamaciones o demandas. Sin embargo, el 61% de las pymes no cuentan todavía con un seguro de D&O.
ARTÍCULO PUBLICADO EN LA REVISTA PYMESEGUROS Nº 132
A principios de año conocíamos el desplome de las acciones en bolsa de la firma española Grifols tras un informe publicado por la estadounidense Gotham City Research, quien descubrió que las acciones de la empresa catalana estaban infladas y que la deuda declarada estaba manipulada. La respuesta fue inmediata y contundente: respaldando a su CEO, Grifols anunció el emprendimiento de acciones legales contra Gotham City por el importante daño causado, tanto financiero como reputacional, a sus stakeholders.
Este caso nos muestra el gran impacto social que ejercen las empresas, cuyo crecimiento afecta también al aumento de las responsabilidades de sus directivos para con la sociedad. Estos últimos no solo adquieren responsabilidades a nivel social, sea en materia de sostenibilidad, igualdad o bienestar del empleado, sino que también ven cómo aumentan sus obligaciones con los colaboradores, quienes pueden verse afectados por actos u omisiones negligentes durante el ejercicio de la actividad empresarial y que pueden derivar, de igual forma, en reclamaciones o demandas.
Sin embargo, la responsabilidad que tienen los directivos no solo recae en aquellos que pertenecen a grandes empresas como Grifols, y es que los de las pymes, que representan casi la totalidad del tejido productivo de nuestro país, también tienen esta responsabilidad. De hecho, en ocasiones son incluso más vulnerables ante los contratiempos que amenacen a su negocio, ya que son susceptibles a los posibles perjuicios ocasionados a terceros durante el transcurso de su actividad, desde errores en decisiones estratégicas, malas prácticas laborales, errores en el cumplimiento de una normativa o durante la aprobación de las cuentas anuales. Todo ello pone en riesgo a su reputación y a su patrimonio, de ahí la importancia de intentar mitigar el riesgo.
En todo este contexto y, precisamente debido a esta creciente responsabilidad social, surge una mayor necesidad de contar con un respaldo que proteja al directivo frente a esta clase de incidentes con la cobertura de los costes legales y de defensa asociados. Pero, si bien es cierto que el seguro de D&O ha estado tradicionalmente asociado a los directivos de las grandes empresas, los de la pyme cada vez lo demandan más, a medida que adquieren una mayor conciencia de su impacto social.
Y es que casos como el de Grifols, en los que se prevé una demanda que deberá enfrentar con gastos de representación legal y defensa, no solo están reservados para los administradores de grandes empresas. De hecho, este tipo de demandas son cada vez más comunes entre las pymes españolas y, como revela el Whitepaper “El coste de crear tu propia empresa” de Hiscox, más de la mitad de directivos de pymes impactados por reclamaciones de terceros admite haber sido demandado alguna vez, teniendo que asumir esta clase de gastos que pueden ser muy costosos.
En cualquier caso y más en un contexto como el actual, los directivos de empresas de todo tamaño deben adquirir sensibilidad y conciencia con el cuidado de las partes vinculadas a la empresa. Sin embargo, esto es una asignatura pendiente entre los directivos de las pymes españolas y es que, según revela el Whitepaper, el 61% de las pymes no cuentan todavía con un seguro de D&O. Por todo ello, es ahora cuando no debe olvidar que puede, y debe, acompañar sus responsabilidades con la verdadera salvaguarda, que no es otra que el seguro.
Diogo Ogando, suscriptor senior de D&O de Hiscox España
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