La primera responsabilidad social de una empresa es ganar dinero. Por eso, en contra de lo que pudiera parecer, “la RSC es una forma de gestionar la empresa” afirma Pepe Cuesta.
Tradicionalmente se ha considerado que la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) era una manera de dar a la sociedad la riqueza que nos sobra. Sin embargo, Pepe Cuesta, socio director de Valnadú, nos aclara, durante la jornada “Responsabilidad Social en las Pymes” organizada por el Vivero de Empresas de San Blas, que “la RSC es una forma de gestionar la empresa”. Para ello, se trabaja en tres cuentas de resultados: la económica, la medioambiental y la social. “Dependiendo de la actividad de la empresa, la RSC se plasmará de una forma o de otra”, comenta Cuesta.
Cada empresa debe de saber qué riesgos existen, de tal forma que las primeras acciones deben de ir precisamente a atajarlos. Por ejemplo, en la industria textil, es que sus proveedores de Asia tenga a niños trabajando para ellos. Pues una de las primeras acciones debe de ser controlar que eso no suceda para luchar contra el trabajo infantil.
La primera responsabilidad social de una empresa es ganar dinero. “No se puede considerar que una compañía es responsable si no puede pagar a los empleados, ni a los proveedores”, explica Cuesta. Pero inmediatamente después aclara “eso no significa que se pueda renunciar a un beneficio a corto plazo, para conseguir la estabilidad de la empresa”. Por eso, es esencial buscar la acción social que más beneficia a la empresa para realizar la más adecuada.
Aunque pudiera parecer lo contrario, el socio director de Valnadú afirma que “para la Pyme es más fácil ser socialmente responsable que para la gran empresa porque todo es más controlable: hay más sensibilidad con los empleados, más cercanía con los proveedores, con el entorno social...”. De hecho, la mayoría de las Pymes hacen muchas acciones de RSC, pero el problema es que no lo saben comunicar. Pepe Cuesta considera que “es esencial que la RSC vaya unida a una buena comunicación de las acciones”. Para ello, aporta varias opciones: una forma es publicarlas en Internet y en la Redes Sociales.
En el tema medioambiental se pueden realizar acciones muy sencillas como promover el ahorro de papel, de luz o de agua, que a la vez de beneficiar al Medio Ambiente supone un ahorro de dinero para la empresa. Cuesta asegura que su experiencia le demuestra que la mejor forma de potenciar la campañas de RSC es que suponga un ahorro en la empresa. En este sentido también se busca la buena imagen que supone ser una empresa medioambientalmente responsable. Por eso, una de las acciones que se están realizando últimamente es medir las emisiones de CO2 y replantar los árboles necesarios para compensarlas.
Este aspecto es el más fácil de realizar porque tiene que ver directamente con el trato que se da a los empleados de la empresa. Es más, asegura Pepe Cuesta, “en gestión de personal se pueden hacer millones de cosas que no te cuesta nada o muy poco”. Por ejemplo, la opción del teletrabajo, establecer un horario flexible, contratar un seguro de Salud para la plantilla, dar ayudas para las guarderías, posibilidad de que se puedan tomar dos semanas sin sueldo para temas personales, preocuparse por facilitar la conciliación laboral y personal... “Hay empresas que optan por estos beneficios pero pagan menos sueldo en dinero y, sin embargo, los empleados no se van a la competencia”.
En el caso de los proveedores, Cuesta aconseja que se adopte una trato diferente según se trate de grandes empresas o de pequeñas. Por ejemplo, a una grande se le puede pagar a 30 días, pero a una Pyme, si quieres tener un trato más socialmente responsable con ella, se puede reducir el plazo a 15 días. Para poder elegir las acciones más beneficiosas para todos, es necesario hablar con los grupos de interés de la empresa (clientes, empleados, proveedores, accionistas, comunidad local). Es conveniente buscar a quién influyo más y quién me puede perjudicar más. “La ventaja de la Pyme, explica Pepe Cuesta, es que puede hablar directamente a sus grupos de interés y pedir que te hagan propuestas que te permitan mejorar la relación”.
Otras de las acciones que se hacen a nivel social es el dinero que se dona al tercer sector (las asociaciones sin ánimo de lucro). En lugar de entregar un cheque, Cuesta recomienda “aportar el dinero a un proyecto determinado y hacerse la foto cuando ya esté acabado. El impacto en los clientes es mayor. La RSC no tiene nada que ver con la filantropía y con las acciones aisladas”. Hay Pymes que en lugar de dar dinero, donan recursos o servicios a estas asociaciones. Por ejemplo, aportan sus productos o les trasmite su conocimiento o les da formación sobre un tema que les interese.
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