La crisis ha provocado que se planifique más los viajes de trabajo para que sean más rentables. Aunque eso no significa que se vaya a renunciar a contratar un buen seguro de Asistencia en Viajes de trabajo. Éste tiene la peculiaridad de contar con prestaciones para el asegurado que se desplaza y para la empresa. Precisamente una de las coberturas más apreciadas, según Miriam Iglesia, es “la repatriación médica, en la que además de trasladar al enfermo, se envía a otro trabajador para cubrir el puesto vacante”.
Más que una bajada tan importante en el número de viajes, lo que hemos notado es que antes se salía casi por cualquier cuestión y ahora se establecen unos cometidos más concretos para hacer más rentables los desplazamientos. Lo que antes se solucionaba con 3 ó 4 viajes, ahora se hace en uno pero éste dura un poco más. Por eso, el número de días asegurados sigue siendo el mismo aunque los desplazamientos hayan disminuido.
Llevamos muy pocos meses de este año. Pero nuestra percepción hasta ahora es que está empezando a crecer la contratación de la asistencia en viaje porque estamos un poco por encima de las cifras de 2010. Pero no puedo decir si eso se puede traducir en que hay más viajes o en que la gente que se desplaza está más concienciada de contratar un seguro.
Los seguros de viaje, normalmente, no los contrata el trabajador sino la propia empresa. Y ésta quiere que su trabajador esté bien. Que si tiene algún problema, éste se solucione enseguida. Por ejemplo, en el riesgo sanitario, buscan una buena asistencia médica en el extranjero o la repatriación sanitaria si es necesaria. Por eso, las empresas optan por la mejor opción y no siempre es la más barata. Puede que se escatime más en billetes aéreos o en hoteles, pero en el tema de seguros no.
Hay determinados negocios que se pueden resolver mediante una videoconferencia. Pero hay otros que requieren la presencia física (por ejemplo, en los sectores de construcción, ingeniería o en el tema de las exportaciones). En todos ellos, es necesario viajar.
Las Pymes suelen ser más previsibles porque, normalmente, suelen viajar los mismos trabajadores y tienen un seguro que les cubre todo el año. Además viajan menos personas, aunque depende del sector al que se dediquen. Mientras que en las grandes empresas el número de viajes y de personas desplazadas varía de año a año.
Nosotros tenemos un producto específico para desplazamientos profesionales. Pero, dependiendo del colectivo del que se trate, hay veces que piden productos muy específicos. Aunque, normalmente, nuestro producto estándar de empresas suele encajar porque tenemos distintas modalidades para adaptarse a las distintas necesidades (hay personas que viajan sólo una vez al año y otras que lo hacen todos los meses e incluso cambian de continente en cada viaje, hay trabajadores expatriados, residiendo fuera de su país de origen...). Se hace un contrato abierto con todas estas opciones y se va encajando cada desplazamiento en cada opción.
Son siempre personales. Lo que sí tenemos es un contrato único con la empresa.
Para las empresas que tienen un colectivo y no saben quién va a viajar a lo largo del año, se hace una póliza innominada. Pero no es lo habitual.
Tenemos prestaciones para el asegurado que se desplaza y para la empresa. Por ejemplo, la coberturas de sustitución del asegurado en caso de enfermedad. Hacemos su traslado sanitario y nos encargamos de enviar a otro trabajador para cubrir el puesto que se ha quedado vacío o reintegramos a esa misma persona, una vez que está curada. Este tipo de coberturas sólo existen en los desplazamientos profesionales.
Básicamente son las mismas que en cualquier otro seguro de asistencia. Por ejemplo, situaciones de guerra, de conflictos bélicos o catástrofes de la Naturaleza, ya que por razones técnicas o de seguridad no podemos intervenir. Tampoco cubrimos actos dolosos del asegurado o siniestros derivados del consumo de drogas o estupefacientes.
No excluimos la cobertura en ningún país. Pero hay ocasiones en las que no podemos dar el servicio. Por ejemplo, cuando se produce el cierre del espacio aéreo. En ese caso, si se nos solicita un traslado sanitario, aunque queramos, no podemos realizarlo. Entonces actuamos como una compañía de reembolso y pagamos gastos ocasionados si el propio asegurado consigue el traslado.
Nosotros le advertimos de todos los problemas que existen y de cómo influiría en la posibilidad de realizar la cobertura. Pero si ellos deciden afrontar esos riesgos, nosotros lo cubrimos.
La verdad es que nuestros asegurados en Asia han aumentado. Tenemos dos tipos de cobertura, una más básica y otra más amplia en la que duplicamos los gastos médicos. Dependiendo a dónde se viaja recomendamos una u otra. Por ejemplo, en Estados Unidos, donde la asistencia sanitaria es muy cara, es más idónea la opción más amplia.
En Internet están todos nuestros productos de empresa disponibles para los que prefieran adquirirlos a través de la Red. Pero, a veces, las empresas no saben que existen unos seguros específicos para los desplazamientos profesionales que son más adecuados para ellas. En ese caso, es conveniente que acudan a alguien que les informe sobre ellos.
Es cierto. Pero no debería de ser así porque hay una serie de prestaciones (como el traslado médico de una ciudad a otra o la pérdida de equipajes) que da igual dónde estés. La realidad es que todavía se da poca importancia al tema de la asistencia a nivel nacional o en países cercanos como Portugal o Francia.
No. Nuestra modalidad temporal que tiene una prima diaria, se utiliza muchísimo para un solo día a nivel nacional o en Europa.
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