Actualmente, más del 85% de los autónomos cotizan por la base mínima, lo que implicaría que su pensión no superaría los 635 euros al mes, casi la mitad que la pensión media de un trabajador asalariado, que es de 1.155 euros, según un estudio de la Universidad de Barcelona y VidaCaixa sobre pymes y autónomos, que alerta de la desprotección de este colectivo ante la jubilación.
Uno de los principales motivos para optar por la base mínima es que el 65% de los trabajadores no pueden permitirse aumentar su cotización. De hecho, solo cotizan la base máxima el 16,7% mientras que más de la mitad lo hacen por la base mínima.
Además, un 25% de los que cotizan por la base mínima lo justifican porque no confían en el sistema público de pensiones. Esta desconfianza se une a la inquietud de que las pensiones públicas no estén garantizadas cuando se jubilen, al temor de que sean muy bajas, y a que los posibles cambios legislativos reduzcan el importe de las mismas.
Los emprendedores, además de ser conscientes de todos los riesgos que rodean a su actividad empresarial y de los posibles efectos sobre el bienestar de sus familias, en un 78% se sienten más vulnerables frente a la jubilación que los trabajadores por cuenta ajena. El 35% de los autónomos afirman que su negocio apenas les permite llegar a fin de mes y el 61,9% defienden que para cotizar la base máxima es necesario tener una buena facturación.
En un entorno en el que la base de cotización mínima es la más frecuente junto con las dificultades de poderla ampliar, el 43,3% de los trabajadores por cuenta propia no utiliza ningún instrumento de ahorro o de previsión para complementar su futura pensión pública.
A su vez, el 52,6% de los que complementan la pensión pública lo hacen con productos financieros de ahorro o inversión, el 27,5% con inmuebles y el 19,9% restante con ambos tipos de instrumentos. Los que tienen productos financieros para complementar la pensión lo hacen mayoritariamente sin ninguna planificación, ahorrando cuando pueden, y con el objetivo de tener algo adicional cuando se jubilen.
La irrupción de nuevos trabajadores por cuenta propia ha generado más de 100.000 nuevos cotizantes y más empleo que ninguna gran empresa por sí sola. En España, el porcentaje de trabajadores por cuenta propia se sitúa en el 16,7% por encima de la media europea que está en el 14,3%. El emprendimiento se aprecia como una buena opción laboral, si bien la necesidad de crear microempresas podría responder a la imposibilidad de conseguir un empleo.
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